El comercio internacional mueve millones de toneladas de mercancías cada año y España es uno de los principales puntos de entrada y salida de Europa. En este contexto, el servicio de vigilancia-aduanera desempeña un papel fundamental. Su trabajo consiste en garantizar que lo que entra y sale del país cumple con la normativa y que las operaciones comerciales se realizan con transparencia.

A diferencia de otros cuerpos más visibles, esta unidad actúa desde dentro, con discreción y eficacia. Se trata de una división dependiente de la Agencia Tributaria, que colabora estrechamente con fuerzas de seguridad nacionales e internacionales en la lucha contra el fraude, el blanqueo de capitales y el contrabando.
Funciones clave de la vigilancia aduanera
Las competencias de esta unidad son variadas y abarcan un amplio abanico de responsabilidades:
- Control de importaciones y exportaciones para detectar mercancías ilegales.
- Colaboración en operaciones antidroga y contra el contrabando.
- Supervisión de movimientos sospechosos de capital.
- Protección de los intereses económicos del Estado y de los ciudadanos.
Se trata, por tanto, de un cuerpo altamente especializado que requiere una preparación técnica muy exigente.
Cómo acceder al cuerpo: oposiciones exigentes
Para formar parte del servicio de vigilancia aduanera es necesario superar unas oposiciones que combinan pruebas teóricas y físicas. El temario abarca desde derecho administrativo y tributario hasta normativa internacional y técnicas de vigilancia.
Por la dureza del proceso, cada vez más aspirantes recurren a la academia de preparación SVA PRO, un centro de referencia que acompaña a los candidatos en todas las fases. Esta academia ofrece clases presenciales y online, materiales adaptados al examen oficial y simulacros periódicos que reproducen las condiciones reales de las pruebas.
En su plan formativo se trabajan áreas esenciales como:
- Derecho penal y administrativo.
- Legislación aduanera y fiscalidad.
- Procedimientos de inspección y control de mercancías.
- Preparación física y psicotécnicos.
Gracias a este enfoque integral, los alumnos pueden enfrentarse con mayores garantías a unas oposiciones en las que la competencia es muy alta.
El perfil de un vigilante aduanero
Quienes superan las pruebas no solo cuentan con conocimientos técnicos. La labor diaria de un agente exige cualidades personales muy específicas: capacidad de análisis, temple en situaciones complejas, compromiso ético y vocación de servicio público.
En el trabajo también se realizan operativos en puertos, aeropuertos y fronteras, donde los agentes deben aplicar lo aprendido en situaciones reales. Esto convierte la profesión en una salida laboral dinámica, donde cada día plantea un nuevo reto.
Un futuro con gran proyección
En un mundo globalizado, donde el comercio electrónico y la movilidad de capitales aumentan cada día, la necesidad de reforzar los controles aduaneros es evidente. De ahí que la figura del vigilante aduanero cobre cada vez más relevancia.
Academias como SVA PRO se han convertido en un aliado indispensable para quienes aspiran a acceder a esta profesión, ofreciendo la formación, la disciplina y el acompañamiento necesarios para superar con éxito el proceso selectivo.
Convertirse en vigilante aduanero no solo es una oportunidad laboral estable, también es formar parte de un cuerpo que protege los intereses de toda la sociedad desde una posición estratégica y, a menudo, poco reconocida.